Comprar un coche de segunda mano es una decisión financiera importante que, lamentablemente, a menudo viene acompañada de incertidumbre sobre posibles fallos o averías futuras. En España, la ley establece distintas coberturas de garantía dependiendo de si la venta se realiza entre dos particulares o si interviene un vendedor profesional.
Conocer estas diferencias es crucial para proteger tu inversión y saber a quién y cómo reclamar en caso de problemas.
1. La Venta Profesional: 12 Meses de Garantía (Mínimo)
Cuando adquieres un vehículo de ocasión a un profesional (concesionario, compraventa o multimarca), la ley te protege con una garantía mínima de 12 meses, de acuerdo con la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.
- Duración y Cobertura: El mínimo legal es un año, aunque muchos profesionales ofrecen la posibilidad de ampliar esta garantía a 24 meses. Esta cubre los fallos de conformidad, es decir, aquellas averías que existían al momento de la entrega, aunque se manifiesten después.
- La Carga de la Prueba: Durante los primeros 6 meses, se presume que el fallo ya existía, por lo que la carga de la prueba recae sobre el vendedor. Si la avería ocurre del mes 6 al 12, la carga de la prueba puede recaer en el consumidor.
- Vicios Ocultos vs. Desgaste: La garantía profesional cubre los fallos graves (motor, caja de cambios, electrónica), pero no cubre piezas de desgaste habitual (neumáticos, pastillas de freno, embrague, etc.) ni defectos generados por el mal uso.
2. La Venta entre Particulares: La Garantía de Vicios Ocultos
Si compras el coche a otro particular, la situación legal cambia drásticamente. En este caso, no existe una garantía comercial, sino que se aplica la normativa sobre «vicios ocultos» del Código Civil, que confiere protección durante 6 meses:
- Vicios Ocultos: Son defectos graves que:
- Existían antes de la venta.
- No estaban a la vista (por eso se llaman «ocultos»).
- De haberlos conocido, el comprador no habría adquirido el coche o habría pagado un precio inferior.
- Plazo de Reclamación: El comprador tiene un plazo de seis meses desde la entrega del vehículo para reclamar al vendedor.
- La Carga de la Prueba: A diferencia de la venta profesional, aquí la carga de la prueba recae completamente sobre el comprador, quien debe demostrar legalmente que el defecto existía antes de la transacción. Esto a menudo requiere un informe pericial costoso.
3. La Clave de la Transparencia: Prevención es la Mejor Cobertura
Independientemente de quién te venda el coche, la mejor manera de evitar disputas legales es la prevención. Entonces, revisar coche antes de comprarlo es la acción más decisiva que puedes tomar.
- Inspección Mecánica: No confíes solo en una prueba de conducción. Lleva el vehículo a tu taller de confianza para que un profesional revise la mecánica, el chasis y la electrónica.
- Informe de la DGT: Solicita siempre un informe de Tráfico para verificar el historial de titularidad, la existencia de cargas (embargos o precintos), multas pendientes y el historial de ITV.
Al ser diligente y profesional en la fase de inspección, minimizas los riesgos y aseguras que la garantía, ya sea de 12 o 6 meses, sea solo una red de seguridad y no una necesidad inmediata.